¡Pulgar arriba! La actitud de un joven puntano que se forma para conseguir trabajo

Pulgar arriba. Esta es la actitud con la que Néstor Giménez, de 23 años, se forma para lograr su gran objetivo: conseguir trabajo. “Tengo muchas ganas de laburar”, cuenta, con una sonrisa que se dibuja con fuerza en las comisuras de sus labios.

Néstor es oriundo de la ciudad puntana de Mercedes, que está a 100 kilómetros de San Luis Capital. Vive en una zona de quintas, casi rural, junto a su madre Saadia y su hermana Taida, de 19 años. Pero los tres se preparan para una nueva etapa, ya que venderán la casa y se separarán: Saadia se irá a vivir a Merlo, mientras que Néstor y Taida compartirán una vivienda en su actual lugar de residencia. “Acá tengo muchos amigos”, dice Néstor, como quien planta bandera firme para dejar en claro que de Mercedes no se mueve. “Néstor y Taida, además, están acompañados por mis otros cuatro hijos que están casados y con chicos y que también son de esta localidad”, relata, con orgullo, Saadia. Y, con emoción, agrega: “Mi marido (que murió hace 20 meses) y yo siempre les enseñamos a todos a ser autónomos y les dimos las herramientas para enfrentar la vida”.

En el caso de Néstor, cuenta su madre, se desenvuelve muy bien solo desde chico. De hecho, junto con su marido y sus hijos mayores, comenzaron a soltarle la mano desde los 13 años para que asumiera responsabilidades. Adentro de casa y también afuera. Tal es así, que su padre, mecánico, le enseñaba cuestiones del oficio, de tanto en tanto, para que lo ayudara.

 Vida independiente

La asunción de tareas es un aspecto fundamental para la vida autónoma e independiente. Por eso, tal como cuenta la facilitadora y apoyo y orientadora de Néstor en Valduvieco, María José Pereyra, el joven cumple un plan de ciclos de actividades cotidianas que lo ayudan a organizarse.  Así desarrolla diferentes propuestas dentro del Centro de Día y también asume responsabilidades en casa. En ésta “hay horarios pautados, hace su cama, cocina y lava su ropa, entre tantas cosas”, afirma la profesional.

María José, además, acompaña a Néstor en su etapa de formación laboral donde, debido a la situación sanitaria, lo virtual adquirió relevancia. Dice que a “Néstor el teletrabajo le costó en un inicio, pero que se adaptó rápido”. Y lo constata con ejemplos: “Hoy enciende su PC solo, administra su correo y maneja muy bien el Zoom”.

Y a través de Zoom es desde donde sigue las clases del “Curso de Herramientas Básicas para el Empleo”, que desarrolla en la actualidad ASDRA para decenas de jóvenes con síndrome de Down de distintos puntos del país. Y esto es posible, luego de una gestión asociada de la Fundación Valduvieco -una organización de Mercedes, San Luis, que brinda apoyo integral a personas con discapacidad y su entorno- para que Néstor pudiera recibir una computadora donada por ASDRA y, así, participar de la capacitación. “Es una inmensa alegría que Néstor sea parte del curso, como así también acompañar a la familia en este proceso luego de tantos años que nos conocemos”, comenta Alina Arrascaeta, Directora de la Fundación Valduvieco, que asesora, de acuerdo con el Modelo Social de la Convención, a más de 20 familias de la zona. Y subrayar este aspecto es de vital importancia, ya que, como confirma Arrascaeta, en buena parte de San Luis “aún hay mucho por hacer para cambiar la mentalidad en cuanto a creencias y cultura inclusiva”. Arrascaeta es licenciada en Trabajo Social y especialista en Gestión y en Servicios para la discapacidad.

Arrascaeta y Majo están felices de acompañar a Néstor en este proceso. Proceso que está en plena fase de exploración de intereses para que el joven, junto con su anhelo de conseguir un trabajo, pueda detectar qué tipo de actividades son las que más le agradan y para las que mayores fortalezas tiene. “Sus competencias más destacadas son el relacionamiento con las personas y sus condiciones para tareas bien prácticas”, subraya Majo. Y Saadia, la mamá de Néstor, apoya la idea: “Tiene habilidad para tareas de carpintería y, como comenté, para ayudar en cuestiones de mecánica”. Y, el propio Néstor, casi como para darle un cierre a la nota, concluye con una frase que, tal vez, avizora un horizonte laboral en la industria gastronómica: “También soy muy bueno haciendo hamburguesas”.

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