Te contamos algunas historias de inclusión de trabajadores con discapacidad que se han incorporado al mercado laboral abierto y competitivo a través de la iniciativa de inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual de ASDRA.
Winston

Winston tiene 24 años, tiene síndrome de Down y es auxiliar de camareros en La Fábrica del Taco en Palermo, Capital Federal. El joven peruano, que se desempeña dentro de un equipo donde la premisa es ser extranjero, comenzó a trabajar el 6 de diciembre de 2013 a modo de prueba en jornada reducida. Desde el 12 de diciembre incrementó la cantidad de horas.
Lleva pedidos a las mesas, prepara los envases con condimentos, entrega bebidas a los camareros, repone las bebidas de la heladera, retira la vajilla y limpia y ordena las mesas.
Leila
Leila tiene 20 años y tiene síndrome de Down. Realizó una capacitación de tres meses en Farmacias RP en las tareas de reposición y atención al cliente. Esta práctica laboral remunerada, favoreció el desarrollo de sus habilidades laborales y ayudó a promover los beneficios de la inclusión en su entorno laboral.
Darío
Darío tiene 22 años, tiene síndrome de Down y trabaja en la Municipalidad de Perito Moreno, Santa Cruz. En su ciudad no hay instituciones de formación laboral para personas con discapacidad intelectual, por lo cual, su inclusión fue un gran desafío, pero pudo hacerse realidad. Esta acción tuvo un resultado ejemplificador para su entorno y promovió la inclusión de otro trabajador con discapacidad en el mismo organismo.
Fernando
Fernando tiene 44 años, tiene discapacidad intelectual y mental y desde mayo de 2014 es parte del equipo de expedición de la empresa Suizo Argentina. Su inclusión favoreció el clima laboral, como así también mejoró notablemente su calidad de vida. A partir de esta experiencia, la empresa ha decidido incorporar a otra persona con discapacidad intelectual al equipo de trabajo.
Soledad

Soledad tiene 28 años, tiene síndrome de Down y es asistente de cocina industrial y comedor desde fines de 2013 en la empresa Johnson & Johnson. Su jornada de trabajo es de lunes a viernes de 8.00 a 17.00.
Algunas de sus tareas son: lavado y cortado de vegetales y frutas, limpieza y guardado de elementos de cocina, reposición de elementos para comedor (saleros, pimenteros, llenado de aceite, vinagre), preparación y armado de comidas, atención al público y servicio de mesa en comedor, limpieza de cocina y comedor (barrido y repasado), traslado de fuentes hacia y desde el horno, armado de postres y colocación en compoteras.
Tomás y Diego
Tomás tiene 27 años y Diego, 26 y los dos tienen discapacidad intelectual. Son camareros en La Espiga de Oro, restorán de cocina de autor en Ingeniero Maschwitz, provincia de Buenos Aires. Según sus empleadores, ambos, se desempeñan con tanto entusiasmo, que los clientes no quieren dejar de ir. A partir de ello, otra confitería de la zona quiere replicar la experiencia.
Exequiel, Jorge, Leandro y Santiago
Exequiel, Jorge, Leandro y Santiago son trabajadores con distintas discapacidades que se desempeñan en la empresa Gasnor, en la provincia de Tucumán.
Exequiel tiene 25 años y una discapacidad mental. Realizaba manualidades en una institución pero quería algo diferente para su vida y se encontraba con variadas barreras sociales. A partir del trabajo en equipo, junto a Exequiel, su familia, los profesionales del hospital de día, Gasnor y Asdra, se logró la inclusión en el puesto de auxiliar administrativo.
Jorge tiene 28 años y una discapacidad intelectual. Su interés y competencias laborales están orientados a la administración. Por eso se desempeña como auxiliar administrativo desde abril de 2014. La inclusión favoreció una mejor calidad de vida para él, su entorno familiar y laboral.
Leandro tiene 22 años y tiene una discapacidad motriz que dificulta su marcha y la destreza de su mano. Esto había dificultado su búsqueda laboral. Con las adecuaciones y apoyos necesarios, actualmente se desempeña en el área de Sistemas.
Santiago tiene 27 años y una enfermedad neuromuscular que le ha provocado una cuadriplejía espástica. Esto le ha dificultado la búsqueda laboral de un empleo acorde a sus intereses y su profesión, Contabilidad. Mediante el trabajo interdisciplinario se realizaron los ajustes razonables requeridos y actualmente se desempeña en el sector contable de la empresa. Esto favorece su vida independiente y de calidad, como así también la de su entorno familiar, social y laboral.